El Árbol Estratégico

El Árbol Estratégico o Strategic Tree, es una herramienta visual de gestión que facilita entender, aceptar, integrar y cambiar las organizaciones de emprendedores, microempresas, pymes y Design-Thinkers. Es la metáfora perfecta de una organización, ya que permite repasar de manera ordenada, visual y muy amena, todas y cada una de las partes de la empresa.

Esta herramienta nace y se construye intuitivamente, lo importante es tener cuanto antes todas las piezas del puzzle para pensar estratégicamente e ir tomando las mejores decisiones para cada grupo o persona individual. Poner en práctica el Árbol Estratégico ayuda a emerger de manera natura lo mejor de nosotros mismos y nuestra organización y nos facilita identificar y transmitir lo que deseamos.

Cuanto más fundamentada está una organización, es más útil la herramienta, por ello es importante estructurar antes la visión utópica que expresa claramente las motivaciones que impulsan nuestro proyecto, englobando la visión operativa, misión, valores y archivo profundo de nuestra empresa, permitiendo alinearnos e identificarnos con nuestro público objetivo tanto externo como interno.

¿Y cómo empezamos a estructurar el árbol estratégico?

Es necesario identificar y conceptualizar las siguientes variables:

1. La Visión Operativa, representa metafóricamente al tronco del árbol, permite situar los objetivos medibles y cuantificables, para ello tenemos que elegir hitos y eventos significativos, que nos permitan evaluar si lo hemos conseguido.

 

2. Misión, es la que nos permite definir el concepto y la propuesta de valor de una empresa, definiendo el ¿Para qué?, ¿Qué es lo que hacemos? El motivo, propósito, fin o razón de ser de una empresa. Puede evolucionar con el tiempo.

 

3. Valores, se estructura con las cualidades, principios o creencias que una empresa posee y que guían u orientan las decisiones, acciones y conductas de sus miembros. Si para una empresa es importante la “innovación” este valor puede desplegarse y agregar una descripción como por ejemplo: innovación tecnológica, innovación cultural, innovación social, innovación sin límites.

 

4. Archivo Profundo, condiciona de forma directa la cultura corporativa de una compañía, integrando elementos que forman parte de las aspiraciones que puede tener cada empresa.

 

5. Público Objetivo, está constituido por usuarios (directos o indirectos), colaboradores internos o externos, entidades financieras, administración y colectivos, además, es fundamental que esté identificado con los valores de nuestra empresa, ya que esto conlleva la posibilidad de una fidelización exponencial.

 

Una vez identificados, y tomando como base las variables anteriores, es momento de estructurar el plan de empresa, el plan estratégico que integra los cuatro niveles del árbol: Triple Balance, Propuesta de Valor, Procesos y Alianzas y Aprendizaje.

 

1.  Triple Balance, es el nivel superior del árbol estratégico, está vinculado directamente a la propuesta de valor y tiene que ver con los resultados. Toda organización se mide junto a sus resultados. Hoy en día somos conscientes de un nuevo reto: los resultados no sólo han de medirse desde la perspectiva económica, sino también en relación al impacto ecológico y el impacto social que producen.

Medir lo económico, lo social y lo ecológico nos sitúa de forma responsable ante el resto de la comunidad y con las futuras generaciones, nos conecta directamente con nuestro archivo profundo.

 

2.   Propuesta de Valor, es el vínculo de la empresa con el público, lo que ofrece y lo que la diferencia de la competencia. El diseño de la propuesta de valor exige de metodologías creativas de rápido prototipado. Esto es lo que se denomina Design Thinking, sistema de pensamiento que incorpora al usuario en los procesos de idealización e innovación.

Todo servicio y producto diseñado es la razón objetiva por la que un cliente se vincula a nuestro negocio. Si nuestra visión utópica es atractiva, nuestra misión y archivo profundo le encaja, pero nuestro producto final no le satisface, pondremos en riesgo nuestro vínculo. Pero si mantenemos un equilibrio en los tres órdenes, las posibilidades de fidelizar al cliente, de generar un vínculo duradero, aumentan exponencialmente.

 

3.  Procesos, son las actividades y tareas que hay que hacer para que los productos y servicios de la propuesta de valor funcionen. Cada proceso lleva asociado en sí mismo un recurso, en caso de que este no exista deberá ser aprendido o incorporado con una alianza.

 

4.  Alianzas y Aprendizaje, Esta área está siempre asociada a la de «Procesos Clave». Cuando un proceso no tiene un recurso asignado hay que incorporarlo bien vía aprendizaje o bien alianza externa.

Los procesos clave nos permiten identificar nuevas áreas de aprendizaje que nuestra empresa debe abordar. Del triángulo visión utópica, misión y público emanan intuiciones, conceptos nuevos a los que hay que dar respuesta, pues algunos de ellos marcarán el rumbo de la organización en los próximos años.

 

Por último, es muy importante mencionar que el árbol estratégico es una metodología de gestión conceptualizada por Alejandro Castillo y Laurent Ogel en colaboración con la Escuela de Organización Industrial ( EOI www.eoi.es ) con licencia creative commons, que se puede usar libremente, siempre que se cite su procedencia.

 

Pulsa en la imagen para abrir en formato PDF un esquema del Árbol Estratégico.

Árbol Estratégico para micro pyme desarrollado por EOI