La creatividad nos permite generar nuevas ideas, conceptos, o nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, para poder llegar a nuevas conclusiones y resolver problemas de una forma original.

La creatividad aplicada al marketing.

Hoy día, estamos atrapados entre miles de campañas de marketing, las cuales, y aplicando técnicas de creatividad, podrían llegar a calar mucho más entre el público.

Usar la creatividad en marketing, nos permitirá que nuestro mensaje llegue a la gente de forma distinta, lo note, y responda positivamente al mismo.

En muchas ocasiones, los técnicos de marketing se encuentran tan atrapados en encontrar una respuesta a un problema que esto impide avanzar y encontrar una solución al problema.

Es importante que los técnicos de marketing sean personas creativas, entre cuyas cualidades destaquen el saber aceptar críticas, poder soportar presiones, poder trabajar donde sea y poder trabajar en más de una cosa a la vez.

Una vez nos enfrentemos a un problema que necesitemos resolver a través de la creatividad, debemos seguir un proceso creativo que se divide en siete etapas, y que serían las siguientes:

1. Identificación. Esta fase, parece algo obvia, pero antes de comenzar, debemos saber exactamente qué tipo de problema se debe resolver.

2. Preparación. La preparación debe ser directa e indirecta.

Será directa cuando únicamente busquemos informaciones que contribuyan a una posible solución.

Hablaremos de preparación indirecta cuando una vez que se agote toda la información que teníamos a nuestro alcance, se comienza a buscar otras informaciones posibles.

3. Incubación.

Nada se descubre en la primera hora. Se necesita descansar. La incubación después de la acumulación de datos directos e indirectos, es una relación de la mente humana contra la presión angustiante.

4. Calentamiento.

El regreso al problema, con la sensación de una solución cercana, constituye una etapa claramente distinta del proceso creativo, es lo que llamamos warm-up o calentamiento.

5. Iluminación.

Es cuando aflora la idea.

6. Elaboración.

Las ideas que antes eran abstractas, se organizan a través de la construcción de una teoría o de la formulación de un plan.

7. Verificación.

Existe un intervalo de tiempo, que varía entre unos segundos hasta varios años, entre la iluminación, la elaboración de la idea y su verificación.

En cuanto al tema que nos concierne de creatividad y marketing,  se puede afirmar que ambos conceptos son compatibles, sobre todo si hacemos coincidir los términos en procesos relacionados con la creación de nuevos productos y la captación de la atención del consumidor, en el que la creatividad juega un papel de gran importancia.

Las empresas con una filosofía creativa poseen planes estratégicos los cuales contienen las palabras creatividad e innovación en sus objetivos.

En toda organización creativa, sus directivos reaccionan positivamente ante las nuevas ideas y tratan de encontrar modos de reforzar la conducta creativa de los trabajadores, adquiriendo un compromiso fuerte para llevar a la práctica e implantar en el menor tiempo posible las ideas valoradas positivamente.

La innovación y el lanzamiento de nuevos productos al mercado conllevan siempre un riesgo, por lo que debemos tener en cuenta la posibilidad de que el nuevo producto fracase.

La creatividad es uno de los pilares fundamentales en el funcionamiento de la empresa, siendo aplicable en multitud de departamentos y funciones. En lo que respecta a la creatividad en marketing, aporta una serie de beneficios como:

– Solucionar necesidades no atendidas del mercado.

– Dinamizar ventas.

– Diferenciarse de la competencia.

– Fidelizar a los clientes

Estimular la creatividad en la empresa en general y el departamento de marketing en particular, nos ayudará a conseguir algunos hábitos tan importantes como:

– Mayor cohesión del equipo de trabajo.

– Incremento del sentimiento de pertenencia a un proyecto blogal.

– Desarrollo de propuestas desde todos los ámbitos.

– Mejor resistencia ante crisis.

– Reducción de bajas por estrés.

– Retención de talento.