«Uno de los enemigos del buen diseño es el consenso», se trata de una reflexión con la que estamos plenamente de acuerdo. El consenso normalmente baja la media en cuanto a calidad, avance e innovación se refiere en una materia tan especial, creativa y por tanto subjetiva como es el diseño. No es fácil que en un grupo de personas todas tengan la habilidad de apreciar lo que un objeto totalmente innovador puede aportar en cuanto a diseño, al menos de una manera tan clara y tan rápida como es necesario muchas veces en diferentes momentos de la cadena de un producto.

Otra idea relacionada es que «El diseño de un producto no se acaba con el trabajo de los diseñadores sino que continua, el diseño debe fluir a lo largo del proceso de desarrollo del producto para que éste tenga el mayor éxito».

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